Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., las manos limpias pueden ayudar a prevenir la propagación de gérmenes e infecciones. Para lavarse las manos correctamente, moje las manos con agua limpia, cierre el grifo, haga espuma, frote durante 20 segundos (asegúrese de meterse entre los dedos y debajo de las uñas) y enjuáguese.